Yo quiero ser periodista

Ilustración: Saner

Nadie creía en mí. Nadie apoyaba mi elección de carrera universitaria. Nadie quiere que muera. Nadie quiere que sea periodista.

México es el tercer país donde los periodistas corren más riesgo de morir, sólo detrás de Afganistán y Siria. Ambos en guerra.

En el país han sido asesinados 105 periodistas desde el 2000 hasta la fecha. Delitos, en su mayoría (99.75% según la ONG Artículo 19) sin castigo o con un culpable. La impunidad ante estos actos es repudiada por toda la gente. Pero nadie hace nada.

En México no sólo asesinan, sino que también acosan periodistas con diversas acciones como extorsiones o espionaje. Son más de 400 actos condenados por la ONU porque "constituyen una injerencia arbitraria en la vida personal".

Veracruz, Sinaloa, Ciudad de México, Jalisco, Chihuahua y Colima son los estados donde con más frecuencia se viven estos casos. Ya nadie está a salvo.

José Clemente Castañeda Hoeflich, Diputado Federal de Movimiento Ciudadano presentó una iniciativa para la protección de periodistas a mediados de mayo de este año. Una buena noticia… de la cual no se ha sabido nada más hasta el momento.

Ahora periodismo se ha vuelto un trabajo de alto riesgo. Se ha convertido en esa carrera que cuando preguntan quién la estudia, no se alza la mano, y no por pena. No. Por miedo. Miedo a saber quién te escucha, quién te observa y qué puede hacer en un futuro.

Periodismo es la opción terminal que cuenta con menos alumnos en la carrera de Ciencias de la Comunicación de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM. Puede ser porque “puedes morir de hambre” o porque nos están matando. El destino es no sobrevivir.

Vivimos en un país donde la voz es apagada por represiones o muerte. Donde estudiantes, periodistas y gente, sin razón alguna, son desaparecidos, acosados o asesinados.

Vivimos en un país con miedo, donde nadie se encuentra a salvo en sus casas o trabajos. Donde con tan sólo levantar la voz ya eres enemigo público.

Sí, me da miedo mi carrera. Me da miedo lo que en el futuro pueda pasar. Me da miedo la impunidad del país. Me da miedo la ceguera perpetua en la que vivimos. Me da miedo México.

Sin embargo, yo quiero ser periodista.