Aquí me tocó vivir

Soy de Ecatepec. Uno de los 125 municipios, y el más habitado del Estado de México, es mi hogar. El nombre proviene del náhuatl que significa “en el cerro de Ehécatl” (considerado el Dios del viento para la cultura mexica). Un territorio con historia que se remonta hasta 1428, cuando comenzó a ser gobernado por tlatoanis mexicas.

Soy ecatepequense. Vivo en el municipio más inseguro del país. Según la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSPU), Ecatepec es el territorio más inseguro del país, por encima de estados como Guerrero y Veracruz. Más del 93 % de la población encuestada  se dice estar inseguro en el transporte público (95%), en las calles (91%) y hasta en su casa (84%).

Soy de Ecatepec. Me encuentro situado en uno de los pocos lugares en México que cuentan con un teleférico, ubicado de la zona alta de la Sierra de Guadalupe hasta la Vía Morelos. Un lugar rescatado, donde la pintura de colores y los murales de artistas urbanos simplemente insertan una fachada para olvidar la marginalidad del lugar.

Vivo en Ecatepec. Soy del municipio donde un niño de nueve años de edad se suicidó frente a sus hermanos mientras su madre se encontraba trabajando. Erick Jaciel, residente de Las Fuentes, Ecatepec, fue encontrado colgado con una cadena en el cuello. Los peritos informaron que la casa donde vivía este infante se encontraba en estado deplorable.

Siempre he vivido en Ecatepec. Un municipio donde diario se amanece con la noticia de una muerte. Por ejemplo, el pasado 27 de julio se reportó como desaparecida a Mariana, una joven de 18 años de edad, cuando sólo había ido a la tienda en Las Américas, Ecatepec. Al día siguiente, después de comenzar con su búsqueda, se encontró su cuerpo sin vida frente a una carnicería. Mostraba signos de violencia sexual y heridas con arma blanca.

Soy del cerro de Ehécatl, un lugar donde ninguna mujer se encuentra a salvo. Sólo en el 2016, se reportaron 263 casos de posible feminicidio.

Vivo en el siempre aborrecido Ecatepec, aquel sitio olvidado por Dios donde hasta en el metro te asaltan.

Soy de Ecatepec, ese territorio que todos desprecian porque “ahí matan”; porque “¿cómo puedes salir de noche?”; porque “todos los que viven ahí matan o se drogan, o ambas”.

Vivo en Ecatepec. Soy un ecatepequense orgulloso, pero cansado de todo lo que me rodea; harto de las situaciones vividas en el lugar donde habito. Asqueado de no poder salir por miedo, ni siquiera en el día.

Quiero a Ecatepec, pero no lo quiero así. Aquí me tocó vivir.